domingo, 25 de octubre de 2015

EL MALESTAR EN LA CULTURA (Puntos Principales)

*Primer punto: SENTIMIENTO OCEANICO
Freud concibe el sentimiento oceánico como una "sensación de eternidad", como algo sin limites ni barreras. Una experiencia esencialmente subjetiva que seria la fuente de la energía religiosa. Un sentimiento de indisoluble comunión, de pertenencia a la totalidad del mundo exterior; que deriva del desamparo infantil y de la nostalgia por el padre. Este sentimiento no se mantiene simplemente desde la infancia, sino que es reanimado por la angustia ante la omnipotencia del destino. El sentimiento oceánico, tiene implícito en su contenido ideativo, una consolación religiosa, para refutar el peligro que el yo reconoce amenazante en el mundo exterior.

*Segundo punto: SUJETO
El sujeto esta constituido por el yo, que se continua hacia adentro, sin limites precisos, con una entidad psíquica inconsciente que denominamos ello y a la cual viene a servir como fachada. Hacia el exterior, sus limites parecen ser claros y precisos. 
El sentimiento yoico esta sujeto a trastornos; la patología nos presenta un gran numero de estados en los que se torna incierta la demarcación del yo frente al mundo exterior, es decir, que los limites del yo con el mundo externo no son inmutables.

*Tercer punto: RAICES INCONSCIENTES DE LOS LAZOS SOCIALES
Este sentido yoico del adulto no fue el mismo desde el principio, sino que sufre una evolución, por influencia de diversos estímulos. Comienza por oponersele al yo un objeto en forma de algo que se encuentra "afuera" y para cuya aparición es necesaria una acción particular. Para que el yo se desprenda de la masa sensorial, se da la aceptación de un afuera, de un mundo exterior, que lo dan las sensaciones de dolor y displacer que el principio del placer induce a abolir y evitar.
El hombre aprende a dominar un procedimiento que, mediante la orientación intencionada de los sentidos y la actividad muscular adecuada, le permite discernir lo interior (perteneciente al yo) de lo exterior (originado por el mundo), dando asi el primer paso hacia la formación del principio de realidad.

*Cuarto punto: PROGRAMA DEL PRINCIPIO DEL PLACER
Los hombres en su propia conducta, aspiran a la felicidad. Esta aspiración tiene dos faces: un fin positivo, y otro negativo; por un lado, evitar el dolor y el displacer; por el otro, experimentar intensas sensaciones placenteras. Este, fija el objetivo vital y rige las operaciones del aparato psíquico. Este programa ni siquiera es realizable, ya que todo el orden del universo se le opone. La satisfacción ilimitada de todas las necesidades significaría preferir el placer a la prudencia y a poco de practicarla se hacen sentir sus consecuencias. 
El designio de ser felices que nos impone el principio del placer es irrealizable, mas no por ello se debe abandonar los esfuerzos por acercarse de cualquier modo a su realización. La felicidad, considerada en el sentido limitado, cuya realización parece posible, es meramente un problema libidinal de cada individuo; cada uno debe buscar por si mismo la manera en que pueda ser feliz. Todo depende de la suma de satisfacción real que pueda esperar del mundo exterior y de la medida  en que se incline  a independizarse de este. 

* Quinto punto: LAS TRES FUENTES DEL SUFRIMIENTO
Nuestras facultades de felicidad están ya limitadas en principio por nuestra propia constitución. El sufrimiento nos amenaza por tres lados: desde el propio cuerpo, la supremacía de la naturaleza, ya que nunca llegaremos a dominarla completamente, nuestro organismo, que forma parte de ella, siempre sera perecedero y limitado en su capacidad de adaptación y rendimiento; de las relaciones con otros seres humanos, por la insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, y el Estado y la sociedad. 

*Sexto punto: EL MALESTAR EN LA CULTURA
Nuestra cultura llevaría gran parte de la culpa por la miseria que sufrimos, y podríamos ser mucho mas felices si la abandonásemos para retomar condiciones de vida mas primitivas. Todos los recursos con los cuales intentamos defendernos contra los sufrimientos amenazantes proceden precisamente de la cultura.
El ser humano cae en la neurosis porque no logra soportar el grado de frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de cultura. El termino cultura designa la suma de las producciones e instituciones que distancian nuestra vida de la de nuestros antecesores animales y que sirven a dos fines: proteger al hombre contra la naturaleza y regular las relaciones de los hombres entre si; aceptamos como culturales todas las actividades y los bienes útiles para el hombre, como el empleo de herramientas, la dominación del fuego, etc. Todos estos bienes el hombre puede considerarlos como conquistas de la cultura. También celebramos como manifestación de cultura el hecho de que la diligencia humana se vuelque sobre las cosas que parecen carecer de la menor utilidad, lo inútil, cuyo valor esperamos ver apreciado por la cultura, es la belleza.  La belleza, el orden y la limpieza ocupan una posición particular entre las exigencias culturales. 
Pero, el primer requisito cultural es el de la justicia, o sea, la seguridad de que el orden jurídico, una vez establecido, ya no sera violado a favor de un individuo; la libertad individual no es un bien de la cultura, ya que el desarrollo cultural le impone restricciones, y la justicia exige que nadie escape a ellas. 
La evolución cultural se nos presenta como un proceso caracterizado por los cambios que impone a las conocidas disposiciones instintuales del hombre. Algunos son obligados a desplazar las condiciones de su satisfacción, sublimándolos. La sublimación es en principio, un destino instintual impuesto por la cultura, en ella reside la causa de la hostilidad opuesta a toda cultura.
Si la cultura impone tan pesados sacrificios, como de la sexualidad o las tendencias agresivas, se comprende mejor porque al hombre le resulta tan difícil alcanzar en ella su felicidad. 

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